Exiliados de Neverland


Para ir empezando… by jcherran
diciembre 11, 2008, 11:10 am
Filed under: miscelánea | Etiquetas: , , , ,

Me lo has puesto difícil. Mejor manifiesto que tu primer post, imposible. Y has afinado el tiro: orden espontáneo y barra libre para las ocurrencias. No es un blog generacional ni pensado para hacer pandilla. Podremos generalizar sensaciones o ideas respecto a la vida que nos ha tocado; buscaremos zonas comunes y seguro que tiramos de alguna generalización. Pero no es generacional sino todo lo contrario… Por mi parte trataré de no ser riguroso.

No sé si lograremos una bitácora diaria, pero seguro que una vez lanzados a la piscina, brotarán los temas y se llenarán columnas una detrás de otra.

Por ejemplo, y pare empezar, un par de historias de ayer mismo.

Últimamente no dejo la cámara en casa… bueno, para ser sincero, hasta ese últimamente no había tenido cámara digital. No ha sido una prioridad hasta que me dio por el tema. Entre salidas y quedadas, fotos de calles y edificios de Madrid, o algún alarde artístico indigno de mención, llevo cientos de instantáneas.

Pues bien, a lo que iba: he salido de casa, en mi Ipod alguna de las 70 canciones de The Killers, y en la calle las luces de Gallardón decorando la navidad. Foto aquí, foto allá y termino, después de esto y aquello, contemplando las ventanas del despacho donde tuve mi primer trabajo. Fueron unos meses, porque enseguida nos cambiamos a una oficina mucho más fría y estrecha.

Dos ideas: han pasado cuatro años y lo que ha llovido. Y aún con todo, ni una emoción, ni un sentimiento. Contemplo las ventanas, recuerdo mis mañanas (qué mañanas!), y poco más. En tan poco tiempo se han borrado de mi mente sensaciones anejas o conexiones razonables.

Pasa el tiempo deslizando vivencias, dejando momentos en la retina, amistades, conocidos… Pero por alguna razón se me pierden en un mar de abulia y espíritu anodino. Observo mi presente y calculo el futuro, pero soy incapaz de anclar mis propias experiencias.

Por cierto, he estado por primera vez en la tienda de Barbour de Jorge Juan. Dependientes antipáticos y poca clientela (la crisis?); busco Reyes, para mí, por supuesto. Lejos de lo clásico no están del todo mal las cosas de corte más juvenil que ha sacado la marca de pija norteña. El caso es que me ha afectado el influjo de Tamara Falcó, y la entrevista que le hicieron como imagen de la firma… memorable!

Y mezclando lo uno con lo otro me doy cuenta de que estoy peor que hace cuatro años en lo que a madurez se refiere. Soy previsor pero mis excesos han crecido y no está el tema para bromas. Cuando entre a trabajar en ese sitio, el de los ventanales con vistas sobre Goya, si me lo cuentan, no me lo creo. Cuatro años y seguimos en las mismas… dónde quedan las viejas costumbres y los cambios forzosos! Perdidas ciertas instituciones estamos condenados a ser críos hasta los 40.

Hasta otra.